Introducción
La provincia de Mendoza se caracteriza por un clima árido, continental y templado. Actualmente cuenta con una superficie irrigada de alrededor de 350.000 ha, que representan el 3,4 % de la superficie provincial y concentran el 91 % de la actividad económica y humana. Debido a que las precipitaciones en el territorio provincial alcanzan solamente los 200 mm anuales, la producción agropecuaria depende principalmente del sistema de riego, con agua captada de ríos y de acuíferos subterráneos, los cuales son alimentados por los deshielos que se producen en alta montaña.
Desde hace casi 10 años, la región se encuentra padeciendo una disminución paulatina en el caudal de sus ríos, derivados del efecto del calentamiento global y la reducción de precipitaciones níveas. Según el Departamento General de Irrigación (DGI), esta sería la peor situación hídrica en los últimos 33 años, con una reducción mayor al 30 % del caudal promedio en comparación a los valores históricos.
Descripción de la Cuenca del Río Tunuyán Superior
La cuenca del río Tunuyán se encuentra ubicada en la zona centro norte y centro de la provincia de Mendoza, abarcando unos 19.040 km2. Al igual que los demás ríos de la provincia de Mendoza, su caudal se ha visto afectado durante los últimos años.
La cuenca de la sección superior del río comprende un área de 2.149 km2, donde la longitud del río abarca 175 km. Este territorio tiene un empadronamiento de 84.005 ha. donde se encuentran unos 16.008 usuarios. Además, el territorio cuenta con una red de riego que ha alcanzado los 2.750 km. En esta subcuenca, existen aproximadamente 54.000 ha cultivadas, de las cuales más de 28.000 ha se encuentran cultivadas con vid y en su mayoría con riego presurizado (INV, 2019). Desde los años 1993/94 la industria vitivinícola comenzó a asentarse en la región. Ello fue debido a que la zona permite cosechar uvas tintas que tienen superlativamente más color que en zonas llanas de la provincia, ya que las bajas temperaturas favorecen la concentración del mismo. Se produjo una explosión de plantaciones de vid de variedades finas de vinificar, no solo de empresas locales, sino de empresas extranjeras que decidieron radicarse en la provincia1. En la tabla N° 1 se puede observar que, justamente, los tres departamentos del Valle de Uco son los que tuvieron un crecimiento de la superficie cultivada con vid, junto con Luján de Cuyo. Actualmente el sector representa el 20 % de la superficie total de vid en Mendoza, con una producción de alrededor de 2,5 millones de quintales. Del total de exportación de vinos de la provincia, la participación de esta zona llega al 19 % en valor FOB y 12 % en volumen (INV, 2021). A nivel de la región, el 62 % del vino comercializado se exporta (INV, 2021).
También es interesante notar que los departamentos del Valle de Uco, irrigados por el Río Tunuyán Superior han incrementado su superficie con sistemas de riego presurizados, dando cuenta el último Censo Nacional Agropecuario que el Valle de Uco tiene una participación bastante importante en superficie con riego localizado con goteo.
Planteo de la problemática y objetivos
Este estudio pretende esclarecer la relación entre el precio del agua de riego (a través de la boleta de pago denominada canon de riego y sus diversos ítems) y el precio del producto vitícola primario. Por un lado, se quiere comprobar la hipótesis que supone una vinculación positiva entre la valoración económica del recurso hídrico, representada en la tasa anual por hectárea pagada por el productor, con el precio de mercado del producto vitícola obtenido. Por otro lado, dadas las dificultades que acarrea el proceso inflacionario de precios que se ha dado en el país los últimos 10 años, y el atraso en la actualización de las tarifas de servicios (como es en este estudio el canon o tasa de agua de riego), se pretende comprobar la existencia de una brecha evolutiva entre ambos precios (agua de riego y producto vitícola). Los datos que se analizan podrían dar luz respecto a los precios reales que deberían ser pagados por el m3 de agua de riego, un recurso esencial y escaso a la vez, cuyo precio debería cubrir las inversiones y costos directos e indirectos vinculados a su extracción, distribución y administración, como los requeridos para el mantenimiento y sostenibilidad del sistema.
Antecedentes
Se parte de algunos antecedentes que dan cuenta de parámetros de desempeño del metro cúbico de agua respecto a la venta de productos agrícolas. Mientras que estudios más antiguos registran que en Mendoza, la atribución de derecho de agua a una propiedad eleva hasta 1.000 veces el valor de la misma, lo que exterioriza un indubitable valor económico de la prerrogativa de uso del agua2.
El monto de las boletas de agua para riego es anual, por hectárea y para cada usuario en particular. Para el año 2021, el monto del canon de riego para los usuarios del Río Tunuyán varió desde $2.350,83 hasta alcanzar en algunos sectores, como Gualtallary en Tupungato, los $40.376,78 anual y por hectárea (DGI, 2021). Las variaciones de cotización entre las diversas inspecciones de riego dependen de los ítems que integran la tarifa: sostenimiento (mantenimiento y funcionamiento óptimo de Sede Central y Subdelegaciones de agua), sostenimiento de Red Telemétrica Mido (Modelo de Indicadores de Distribución Operativa, un sistema con tecnología nacional que gestiona el recurso hídrico y hace eficiente su administración y uso), Dique (mantenimiento de los diques en la cuenca respectiva), TEM (trabajos de equipos y máquinas, todo lo necesario para poner en funcionamiento las máquinas de Irrigación y su respectivo mantenimiento) y el Fondo Permanente (monto destinado a la realización de obras en todas las cuencas).
Metodología
Este trabajo está dentro del marco de una investigación más amplia que busca determinar la relación de precios hedónicos que explican el precio de la tierra agrícola por un lado y el precio del producto vitícola por otro. En ambas funciones el agua está incorporada como variable explicativa independiente y desglosada en aspectos cuantitativos técnicos económicos como su precio y disponibilidad, y cualitativos como su calidad. De esta forma, se integran a la función de correlación variables de calidad del agua para las zonas de estudio (niveles de conductividad eléctrica y salinidad como también de materia orgánica), y de riesgo de granizo. En definitiva, el valor del agua estaría determinado por su contribución marginal al precio de la tierra o al precio del producto agrícola resultante.
Vicente Caballer Mellado3, en su libro Valoración económica del agua de riego, formula procedimientos de toma de decisiones bajo distintos contextos, considerando el valor del agua como un precio de costo, o valorándola en función de su productividad marginal.
Sin embargo, específicamente para esta etapa de la investigación, simplemente se han realizado comparaciones de precios, por cada inspección de riego en los tres departamentos de la Provincia irrigados por el Tunuyán Superior.
Cálculos de elasticidad
En una etapa introductoria al análisis definitivo se trabajó comparando 4 puntos de muestreo del Valle de Uco para advertir posibles diferencias en cuanto a calidad del agua de riego y otras variables territoriales. Luego se hicieron cálculos de elasticidad comparando los valores numéricos de variación del precio de la uva respecto a una variación porcentual del canon de riego, y de la misma forma para el precio de la tierra
Resultando tres combinaciones entre los tres departamentos bajo estudio: Tunuyán, Tupungato y San Carlos
Luego se utilizaría la misma relación para el precio de la tierra respecto al precio del canon de riego entre los departamentos
Cálculos de evolución de precios a valor constante
Se realizó cálculos de evolución de precios entre los años 2015 a 2021 y 2015 a 2022 entre los precios del producto vitícola (uva) y precios del canon de riego, para cada una de las inspecciones de riego de los departamentos del Valle de Uco.
Se utilizó un promedio ponderado de precio del quintal de uva ($/q) para los distritos correspondientes de cada inspección. La ponderación es de acuerdo al peso representativo de uva común y varietal, contado y financiado, para cada categoría en el distrito. Se utilizó los datos que aporta la Bolsa de Comercio de la Provincia de Mendoza. La deflactación de los precios se realizó utilizando el índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB)
En el caso de los precios del canon de riego se trabajó con la unidad $/ha/año y se deflactó con el Índice de precios al consumidor para servicios básicos (IPC)
En ambos casos de utilizaron los índices que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina (INDEC).
Resultados
Preliminarmente se puede encontrar diferenciaciones en cuanto a variables de calidad de agua y también en variables de suelo y climáticas que darán mejor consistencia a la función de correlación con el precio de la tierra y especialmente con el precio del producto vitícola.
Si se compara los puntos de muestreo seleccionados, puede apreciarse las características de cada uno en la Tabla N° 3
Se presenta en la tabla 4 un estudio comparativo de los Departamentos del Valle de Uco, según los valores promedios de canon de riego en $/ha, precios promedios de uva en $/qq y precios promedios de tierra de uso agrícola ofertada en USD/ha. Posteriormente se realiza el análisis de elasticidades por combinaciones, y efectivamente se demuestra que existen vinculaciones, de tipo inelásticas.
Entre las variaciones de los precios de canon de riego con los precios de terrenos de uso agrícola (elasticidades negativas entre 0,3 a 0,6) y con los precios del producto vitícola obtenido (elasticidad positiva de 0,4 promedio). Aún no se ha trabajado específicamente con las funciones del método de precio hedónico, con lo cual se podrá demostrar vinculaciones significativas de tipo causal entre valor y calidad del agua con los precios de tierras vitícolas.
Otro elemento que se desprende del análisis es que el precio del agua representa entre un 0,4 a 1,4 por mil del precio inmobiliario de las propiedades de uso agrícola.
En el análisis temporal, ejecutando comparaciones de los precios actualizados del quintal de producto vitícola con los precios de la tarifa de agua para riego en cada uno de los distritos irrigados por la Cuenca del Tunuyán Superior, se puede apreciar:
1) la uva ha tenido aumentos (a valor constante) en el período 2015 a 2021, que alcanzan un 25-26 % en los departamentos de San Carlos y Tupungato, hasta un 32 % en la uva de Tunuyán, mientras que en el período 2015 a 2022 el aumento es entre 54 % a 63 %;
2) las tarifas de agua (a valor constante), en valores relativos, han disminuido un 65 % promedio en los tres departamentos. Esto permite corroborar que la uva cosechada en la zona de la cuenca del Tunuyán Superior estaría siendo más demandada y valorizada, mientras que el agua se estaría pagando a precios menores a valor constante.
Conclusiones
Efectivamente existen vinculaciones, de tipo inelásticas, dependiendo de las zonas analizadas, entre las variaciones de los precios del canon de riego con los precios del producto vitícola obtenido. Lamentablemente, la situación de inflación configura un contexto desfavorable para llegar a conclusiones más confiables en cuanto al verdadero valor económico del agua de riego, ya que las actualizaciones tarifarias van muy atrás de los incrementos en el valor del producto vitícola analizado.
El comportamiento evolutivo decreciente a valor constante del precio del canon de riego, frente a la escasez que se está dando a nivel hídrico en toda la Provincia, no estaría mostrando un comportamiento lógico, ya que ante la falta o escasez, por la situación de sequía severa, el precio debería haber aumentado a valor constante. Si bien se puede observar que entre 2021 y 2022 se hizo un ajuste importante, las tasas aún estarían atrasadas en un 60 %. Es sabido que se han aplicado políticas de subsidio para disminuir en cierta forma los elevados costos de producción que están afectando al sector productivo agropecuario los últimos años, frente a la crisis devaluatoria del peso frente al dólar. Sin embargo, si en el sector se está corroborando un aumento sostenido a valor constante del producto vitícola, podría señalarse que las medidas subsidiarias en el tema agua no deberían ser iguales en todo el territorio.
Si bien se ha encontrado evidencia descriptiva de vinculación positiva del precio del agua con el precio del producto vitícola obtenido, se podrá enriquecer el análisis con la incorporación de datos de calidad de agua, costos de bombeo para provisión de agua subterránea y costos de tecnología de riego en las zonas estudiadas.
La obtención de estos indicadores ofrece una herramienta de sumo interés para la aplicación de políticas de ordenamiento territorial que tiendan a proteger y potenciar la matriz productiva en estas zonas de la Provincia. También, por otro lado, en la medida que se afinen las valoraciones económicas del agua de riego, se pueden proyectar futuras inversiones en sistemas de infraestructura (canalización y distribución) para lograr mayor eficiencia en el uso del recurso que se torna cada día más vital.