Anne-Marie Reboul Díaz y Patricia Martínez dirigen la edición del volumen Creación e intermediación en las ficciones contemporáneas del artista, volumen colectivo publicado en 2022 por Visor Libros en la colección Visor literario. El prólogo del libro da cuenta del amplio trabajo de investigación que ha enmarcado los trabajos que aquí se recogen. No se trata del fruto de un único encuentro, sino del tercer volumen publicado por el equipo ARLYC, coordinado desde la Universidad Complutense de Madrid para estudiar las imágenes del arte y del artista en la ficción literaria y cinematográfica ultracontemporánea en lengua española y francesa. Han sido pues múltiples los seminarios y las jornadas de investigación que han precedido a un congreso internacional. Creemos que ha de valorarse la intensidad del trabajo que precede a esta publicación, como a las dos anteriores, L’artiste et son oeuvre dans la fiction contemporaine (Peter Lang, 2021) y La création à l’oeuvre dans la fiction contemporaine (L’Harmattan, 2022).
Las pocas páginas del prólogo de Anne-Marie Reboul esbozan este contexto de producción y nos orientan sobre su contenido, no solo sobre el tema, las ficciones de artista, sino sobre el carácter ultracontemporáneo de unas creaciones que son intrínsecamente híbridas e intermediales. ¿Es necesario un nuevo libro que reúna estudios sobre aspectos que determinan la expresión artística desde hace décadas? Respondemos con un sí rotundo: los estudios reunidos van seleccionando y constituyendo un corpus de obras meta e interartísticas, haciendo que dialoguen con otras pasadas; por otra parte, la aceleración que han favorecido la técnica y la digitalización ha ido transformando esa hibridación y, con ello, la naturaleza de las obras y su recepción, estableciendo nuevas estrategias de comunicación con los lectores, espectadores y observadores en general, que se inscriben en los textos (en el sentido amplio de conjuntos significantes) mismos y/o en mecanismos para y extra textuales, que intervienen en la recepción de los primeros.
Se plantean a partir de ahí preguntas de investigación que cuestionan la vigencia y la novedad de temas y figuras cuyos hitos literarios no dejan de señalarse. La introducción ─«Perspectivas sobre la creación en las ficciones ultra-contemporáneas: de la autonomía estética a la apertura intermedial»─ cumple las funciones de una presentación, pero no se limita a ello. Las páginas de Patricia Martínez inscriben los «relatos del acto artístico» (Martínez, 16) en su tradición literaria. En efecto, el estudio de obras fílmicas es más puntual, aunque el cine, la pintura, la fotografía y otras artes estén siempre presentes a través del enfoque interartístico desde el que se aborda el fenómeno literario. Se llega así a señalar un cambio de paradigma que supone un nuevo marco conceptual, una redefinición de lo literario, lo cual conduce al consabido debate sobre qué es la literatura; discusión estéril donde las haya si se plantea como mera excusa para exponer concepciones cerradas acerca de cualquier sistema artístico, pero enormemente fértil si lleva a abrir la reflexión mostrando la vitalidad de códigos que se transforman a medida que lo hacen los espacios en los que se desarrollan, como sucede aquí. Se convocan en ese recorrido algunos de los nombres que más influencia han tenido en estas últimas décadas al tratar de estas materias, ya sean teóricos literarios o no, como es el caso de los hoy inevitables Bourdieu o Foucault, que se acompañan de referencias a Alexandre Gefen, William Marx, Richard Shusterman, Dominique Viart o Dominique Maingueneau ─uno de los más citados─, entre muchos otros.
No acumula la autora estas menciones sin un objetivo claro, sino para estar bien acompañada a la hora de atreverse a caracterizar la literatura de nuestro tiempo, la cual se alejaría «tanto del aislamiento formalista, que supone el cierre estético de la obra dejando el compromiso político fuera de su campo de acción, como de las prácticas propias de una “literatura comprometida” según el modelo sartriano, que hace depender la función de “resistencia política” del contenido de la obra despreocupándose de las formas de su expresión» (Martínez, 25). Se describe así una expresión contemporánea fundamentalmente «transitiva», en interacción constante y consciente con su contexto social, y esencialmente intermedial, como no podía ser de otra manera al desarrollarse en un entorno multimediático.
Tres partes acogen las diecisiete contribuciones de otros tantos investigadores de una universidad suiza (Université de Génève), varias universidades españolas (Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Vigo, Universidad del País Vasco) y francesas (Université de Grenoble Alpes, Université de Rennes 2, Université d’Angers). Ya hemos señalado que la literatura es la expresión artística que prevalece en el conjunto, son novelas la mayoría de los textos estudiados, pero no todos, son también analizados tres textos ensayísticos sobre la obra del pintor Pierre Soulages y un libro de poesía de Anne Carson, así como cuatro filmes de ficción ─Paula (Christian Schwochow, 2016), Retrato de una joven en llamas (Céline Sciamma, 2019), y dos que recrean la vida de la escultora Camille Claudel, Camille Claudel (Bruno Nuytten, 1988) y Camille Claudel 1915 (Bruno Dumont, 2013).
La primera parte, «El artista y la estética ultra contemporánea», reúne capítulos sobre las obras de novelistas que forman ya parte del canon literario contemporáneo, como el francés Michel Houellebecq ─«Jed Martin, un artiste de son temps. Le personnage d’artiste dans La carte et le territoire», de Pascale Borrel─, el chileno Roberto Bolaño ─«Aniquilación y arte de vanguardia en Estrella distante y 2666 de Roberto Bolaño», de Carmen Carrasco Luján─ y el argentino César Aira ─«El arte y el artista en las ficciones de César Aira. En busca del arte perdido», de Carmen Luna Sellés─. Completan este primer apartado estudios sobre otros autores, si no (todavía) tan canónicos, sí de importancia confirmada en sus respectivas áreas culturales: los españoles Miguel Ángel Hernández ─«El dolor de los demás de Miguel Ángel Hernández o escribir desde el arte», de Catherine Orsini-Saillet─ y Vicente Luis Mora ─«Mutaciones en la narrativa contemporánea: el arte y la escritura biográfica en la novela Fred Cabeza de Vaca de Vicente Luis Mora», de Roxana Ilasca─ y el francés Philippe Le Guillou ─«La concepción del arte en Los siete nombres del pintor. Vidas imaginarias de Erich Sebastián Berg: entre la tradición y la posmodernidad», de Alexis Brunilda Márquez Hernández─.
El conjunto de las novelas estudiadas muestra una significativa variedad de articulaciones intermediales. Algunos de los textos aportan una reflexión explícita sobre los procesos de creación pero también de circulación de las obras artísticas. Se da cuenta de esa manera de la importancia del mercado en lo que concierne al arte contemporáneo, así como de otras relaciones de dependencia, temática y existencial, entre el arte y la sociedad que lo produce. Los autores de estos trabajos indagan en las referencias literarias y artísticas de los textos analizados, facilitándonos los códigos para acceder a ellas. Más allá del tipo de personajes ─artistas plásticos, performers, críticos de arte─ o de esquemas narrativos particulares ─como la biografía del artista─, uno de los mayores intereses de estas páginas es mostrar la diversidad de recursos que convierten a los textos analizados en artefactos interartísticos. ¿De qué manera la mirada artística impregna el texto literario? La écfrasis se convierte en la figura ineludible de una pulsión escópica omnipresente, que determina la sintaxis de la frase (Orsini-Saillet) y que es problematizada por la propia obra literaria. Reconocemos en estas novelas la complejidad que se anunciaba en la introducción, encontrando en ellas a la vez una metaficcionalidad manifiesta y una evidente preocupación por la realidad, lo que lleva a alguno de los estudios a subrayar la reflexión biopolítica que contienen (Carrasco Luján).
Son asimismo seis trabajos los que contiene la segunda parte, de título explícito: «El acto creador y las mujeres». ¿Es necesario separar a las féminas de sus compañeros masculinos? Aunque deberíamos más bien preguntarnos si es todavía necesario, pues sin duda el trabajo realizado por numerosos críticos e historiadores literarios para estudiar la obra de aquellas que no competían con las mismas armas en ámbitos masculinizados ha sido esencial para que ciertos nombres y títulos sean tenidos en cuenta. En el volumen, algún capítulo ─«Amélie [Nothomb] et Pétronille [Fanto]. Quelques réflexions sur les pouvoirs et les risques de la littérature», de André Bénit─ se abstiene de explicitar cuestiones connotadas como genéricas ─entendidas como relativas a construcción social de la identidad sexual─, centrándose en el cruce entre géneros literarios y artísticos y en las dimensiones intermedial y metaficcional de la novela de la escritora belga, pero la mayoría de los trabajos sí abordan problemáticas que comenzaron partiendo de los estudios de género. Al hacerlo se establecen ecos entre diferentes capítulos; así, Marie Darrieussecq transita por dos de ellos, aunque no sean los mismos textos los que son analizados en «Mère et artiste: une (im)possible conciliation? Paratopie d’écrivaines françaises contemporaines», de Julia Ori ─quien trabaja asimismo novelas de Nancy Huston y de Christine Angot─ y en «Yo, tú, nosotras: encrucijadas de la mujer creadora en Être ici est une splendeur de Marie Darrieussecq», de Ariadna Álvarez Gavela, sobre el texto que la escritora francesa dedica a la pintora alemana Paula Modersohn-Becker. Apenas sorprenderá al lector la ausencia de referentes para narrar la maternidad, para contar desde ella, a la que se enfrentan las novelistas, habiendo sufrido esa experiencia las leyes de una representación patriarcal que poco se corresponde con las vivencias de las mujeres, por muy diversas que estas sean, y habiéndose alejado su ejercicio de la creación artística. Es esta una circunstancia que nos lleva a agradecer el estudio de un corpus que pretende contribuir a ir llenando el vacío y diversificar las representaciones.
Volvemos a encontrar a Paula Modersohn-Becker en «Análisis comparado de Paula (Schwochow, 2016) y Retrato de una joven en llamas (Sciamma, 2019): revisando a la autora en femenino plural» (Ana Quiroga Álvarez), dos películas sobre dos pintoras, mientras que «La ficción, rescatadora de una artista maldita: Camille Claudel» (María Custodia Sánchez Luque), estudia dos filmes sobre la escultora francesa que ha sido tradicionalmente evocada no por su obra sino por los hombres que la rodearon. Como en los trabajos anteriores, es aquí cuestión de dificultad de expresión creadora femenina y de invisibilización del trabajo de las mujeres artistas, reflexión que se completa con otra sobre la construcción de la mirada dentro del filme. Se analizan así en esta parte imágenes en movimiento, pero también imágenes fijas, que dialogan con el texto literario en la obra de la escritora y fotógrafa belga Nathalie Gassel, analizada por Mathilde Tremblais en «Entre photographie et littérature, quand le moi de l’artiste Nathalie Gassel fait corps avec le travail de création», expresión de transgresión de los modelos femeninos tradicionales a través de la creación de un cuerpo y de una forma literaria construida por el diálogo entre texto y fotografía.
La tercera parte devuelve el protagonismo a la literatura, con un título que recuerda de manera explícita las consideraciones enunciadas en la introducción: «Reparar el mundo: deberes y poderes del artista», no solo se afirma de ese modo la conexión del artista con su realidad sino también, en cierta medida, la existencia de una misión con respecto a su marco extratextual. Los trabajos de Pilar Andrade Boué ─«Texto, postura de autor y paratopía en Écrivains de Antoine Volodine», Thierry Nallet ─«El arte como arma. Representación del artista en El pintor de batallas (2006) y El francotirador paciente (2013) de Arturo Pérez-Reverte»─ y David Cremaux-Bouche ─«“Si a la brasa le da el viento”: el artista y su proyecto literario en Patria (2016) de Fernando Aramburu»─ analizan cuentos y novelas de escritores que parten de unos entornos que nos permiten afirmar que los artistas en ellos retratados se hallan de alguna forma «marcados por la violencia y el sufrimiento» (Andrade Boué, 284). El cuestionamiento de la tarea del escritor y de los artistas representados remite a contextos históricos reconocibles incluso cuando la enunciación parezca querer evitar cualquier anclaje geográfico y temporal (Andrade Boué). La hibridación resulta por el cruce de modalidades literarias en el más amplio sentido y por el recurso a personajes que tematizan explícitamente la función del arte en la sociedad, subrayándose la necesidad de la primera cuando esta se encuentra escindida (Nallet, Cremaux-Bouche).
«“Para su hermano que murió en el camino”: artista y creación en Nox, un objeto literario de Anne Carson», de Manuel Rodríguez Avís, y «Pierre Soulages, pintor de la luz (tres lecturas sobre el outrenoir», de Manuel Pacheco Sánchez, completan esta tercera parte, algo más breve que las anteriores. Partimos ahora de textos, pero los de Anne Carson toman forma en un objeto más sofisticado que el libro corriente, compartiendo ese espacio con fotografías y collages. En el caso de Pacheco Sánchez, los textos estudiados de Jacques Laurans, Henri Meschonnic y Lydie Dattas parecen difuminarse ante el protagonismo del outrenoir de Pierre Soulages que los ocupa, al igual que al texto de análisis. Si la obra de la poeta canadiense es elegíaca, portando el duelo por la muerte de su hermano, las de Meschonnic, Dattas y Laurans insisten en que lo que podría considerarse abstracción negra por parte de Soulages nos conecta asimismo con el mundo, permitiéndonos aprehenderlo mejor.
Los capítulos de este libro colectivo muestran pues la naturaleza interartística esencial y la variedad expresiva intermedial de las ficciones contemporáneas. Como ya señalamos al comienzo, la presencia de las artes visuales y audiovisuales es puntual y la literatura es casi omnipresente, no creemos que haya que lamentarlo, dada la pérdida del espacio hegemónico de los estudios literarios en el ámbito educativo y cultural y, nos atrevemos a decirlo, la necesidad que tenemos de ellos. El presente volumen ofrece un conjunto de valiosos trabajos que permiten definir tendencias no solo en lo que concierne a los creadores sino también a la crítica. Terminamos mencionando por última vez la excelente introducción, muy útil ya en ese sentido, y subrayando cómo los diversos capítulos confirman que si el autor ha resucitado es para seguir vivo, en los textos y en su análisis, aunque la complejidad de su figura vaya más allá de las tentaciones biográficas. La paratopía se convierte en toda lógica en uno de los conceptos más compartidos por los diferentes trabajos aquí reunidos. Formulado por Dominique Maingueneau, el término da cuenta de la dificultad para definir la situación de enunciación del texto literario que, de alguna manera se autolegitima en su producción. Se abordan así puntos que remiten a otros, como la de la postura del autor (Meizoz, 2017), también interrogada por los autores del volumen y de particular interés cuando se aplican a producciones que han sido tradicionalmente apartadas o invisibilizadas dentro del sistema literario o a aquellas que reivindican su conexión con una realidad referencial compleja, cuando no violenta y dolorosa. Se perfila así un contexto extratextual que sigue precisando de la expresión literaria para mejor pensarse, para pensarnos y actuar.